Con la escritura se piensa, se afirma y se interroga. La escritura de otros puede interpelarnos, hacernos sucumbir o estremecer; y la propia, resulta de desafiarnos a nosotros mismos. Escribir es tomar postura, proponer y compartir una forma de mirar el mundo, nuestra percepción. La escritura es también un acto creativo, en el cual surge lo no evidente, donde algo se inaugura.
[Extracto del Editorial]