Resumen
Los formidables cambios sociales y políticos que venían sucediéndose desde el siglo XVII en Inglaterra, cuando la industrialización se hizo evidente en los métodos de producción, comenzaron a expresarse también en el terreno artístico a fines del XIX. En este contexto, la música no solo no fue ajena al proceso de tecnificación creciente en las sociedades industriales, sino que se vio afectada por estos progresos tecnológicos; al punto de constituirse en una de las piedras fundacionales de lo que luego se llamaría “industria cultural”. Su lenguaje directo e instantáneo reflejó, de una manera masiva, aun antes que el cine (recordemos que el fonógrafo fue patentado por Edison en 1877, mientras que el cinematógrafo de los hermanos Lumière llegó en 1895), distintas y variadas identidades, emociones, paisajes, sentimientos, idearios políticos y, sobre todo, una profunda sensibilidad interpretativa que será inseparable de toda la cultura popular.