Resumen
Tengo veintisiete años. Vivo en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Hace cuatro años adopté la fotografía estenopeica como medio de expresión, dadas sus características singulares. Se trata de una forma no convencional de retratar la realidad, que no requiere la utilización de equipos costosos. De hecho, produzco manualmente mis cámaras con objetos reciclados, lo que implica cambiar el signo a aquello que solemos denominar “basura”, para convertirlo en una herramienta de trabajo. Los diferentes elementos empleados en el armado de las cámaras y la forma de captar las imágenes habilitan infinitas combinaciones, que se traducen en distintos modos de retratar la realidad. Esta técnica llamó tanto mi atención, que no tardé mucho hasta que me apropié de ella y procuré enseñarla a toda persona que lo deseara.