Resumen
No me convence decir “Fútbol Femenino”. De hecho, en los artículos académicos trato de evitar la denominación porque entiendo que el fútbol, como cualquier deporte, es un derecho de todes. No es femenino ni masculino, si con estos términos damos cuenta de la apropiación por parte de mujeres y varones, respectivamente. Además de la pelota y de la complicidad de otras personas, ¿qué más necesitamos para jugar?: un conjunto de técnicas corporales que podemos incorporar, apre(he)nder, hacer carne, naturalizar, independientemente de quién lo practique. Jugamos en una plaza, playa, parque, calle, baldío, patio, escuela, cancha, club. Lo hacemos en todas sus variantes: fútbol 5, 6, 7, 8, 11, sobre césped natural, sintético, piso de baldosas, parqué. Sin duda, su popularidad a nivel global se basa en el uso versátil de estos recursos y factores, los cuales se encuentran a disposición y hacen del fútbol el más plural y democrático de los deportes.