Resumen
Desde mediados de la década del noventa, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está organizado mediante un régimen autonómico. Esa autonomía, sin embargo, no es plena, no es algo dado; es un proceso de larga duración, en el que se le ha ido transfiriendo de manera gradual prerrogativas y responsabilidades desde el Estado Nacional.
Dentro de ese proceso, la seguridad ha sido uno de los ejes principales. La transferencia de la Policía Federal fue debatida durante mucho tiempo y recién llevada a cabo hace menos de cuatro años. La cuestión de los fondos fue clave en ese debate: el interrogante era si la Nación debía transferir a la Ciudad la competencia sobre las fuerzas de seguridad con o sin el presupuesto. Por la relevancia de esta discusión, aquí nos proponemos observar particularmente el impacto presupuestario de esa transferencia.