Resumen
Las universidades estadounidenses son de las más prestigiosas del mundo, según casi todos los rankings de educación superior. Instituciones como Stanford, MIT, Harvard, Yale, Princeton, la Universidad de Pennsylvania, son de las más renombradas y costosas a nivel global. Y muchos estudiantes dan lo que sea con tal de poder acceder a la educación que ofrecen, ya que puede asegurarles un futuro promisorio en el competitivo mercado laboral estadounidense.
El National Center for Education Statistics (NCES) reveló que para 2017-2018 existían en el país 4.298 instituciones de educación superior que otorgan títulos oficiales, entre universidades (formación de grado de 4 años) y community colleges (formación de nivel terciario de 2 años). Ya sean instituciones privadas o públicas, solo en algunas excepciones se puede disociar el derecho a la educación con la noción de que la misma es un privilegio para aquellos que pueden –o se las ingenian para poder– pagarla.