Resumen
A principios de diciembre, y a pesar de la promesa de campaña de Cambiemos de profundizar los logros recientes en ciencia y tecnología, se conoció la noticia de que los ingresos a carrera en el CONICET bajarían de los 897 estipulados a 389. En el corto plazo, 508 investigadores de diferentes disciplinas científcas se vieron directamente afectados; en el mediano, se suman al problema las diferentes cohortes de becarios que, cuando se hayan doctorado, tendrán mayores difcultades para seguir investigando –habida cuenta de que no es sencilla la reubicación en otras dependencias del sector público ni mucho menos en un sector privado escasamente interesado en contratar doctores, pese a ingentes esfuerzos del Ministerio de Ciencia y Tecnología para que ello ocurra–.