Resumen
Los resultados de las elecciones parlamentarias generales del pasado 9 de junio en Gran Bretaña tomaron a los encuestadores, a los analistas políticos, a los candidatos, y al electorado mismo por sorpresa. El Partido Conservador (Tory) liderado por Teresa May obtuvo sólo 318 escaños, quedando a 8 bancas de una mayoría, pese a que las predicciones le otorgaban una gran ventaja. A su vez, el partido Laborista de Jeremy Corbyn, con una plataforma socialdemócrata bastante radical para el sistema político británico, ganó circunscripciones a lo largo del país, 32 más que en 2015, llegando a obtener 262 escaños. Este resultado es un gran revés para el Partido Conservador, el cual, a pesar de seguir en control del gobierno, ha terminado perdiendo votos frente al laborismo en todo territorio. […]